Un aficionado de los Red Sox de Boston, quien está trabajando en el nuevo estadio de los Yankees de Nueva York, tuvo la ocurrencia de enterrar una camiseta de su equipo en el concreto del estadio, como una especie de "maldición" para el odiado rival (lean la noticia completa).
Me puse a pensar, con eso de que están construyendo el nuevo estadio de las Chivas, no le vayan a dar ideas a algún albañil americanista (porque abundan) que ande por ahí.
Y no me vengan a decir que soy un mamón por eso del albañil americanista, que la fama se la han ganado a pulso. ¿O a poco ya se les olvidaron los compas que se fueron directo de la obra al Azteca para el América-Sao Caetano? ¡Con todo y carretilla!