No se si han estado al pendiente del desmadre que se ha armado en la Liga Premier de Inglaterra por la transferencia del argentino Carlos Tévez del West Ham al Manchester United. El pleito es que tanto el West Ham como el representante de Tévez, un tal Kia Joorabchian, reclaman al Manchester el pago del fichaje. El West Ham exige el dinero sosteniendo que ellos son los dueños de la inscripción del jugador, mientras que Joorabchian (alguien póngale un apodo a mi compadre porque me voy a torcer escribiendo su nombre) asegura que los derechos de Tévez le pertenecen a su compañía.

Fue tanto el alboroto que el caso estuvo a punto de llegar a los tribunales, hasta que el West Ham dijo "ahí muere" y, prefiriendo evitarse dolores de cabeza, decidieron liberar al jugador para que el Manchester le pague a quien sea y que Joorabchian haga rollitos sus billetes y se los inserte donde el sol no brilla.

Este tipo de conflictos entre clubes, jugadores y promotores suceden en todo el mundo y son creados por los famosos "pactos de caballeros". Estos pactos no son nada más que acuerdos ilegales entre los directivos del fútbol (también conocidos como ratas mafiosas) en donde agarran los estatutos de FIFA que regulan las transferencias de jugadores y se los pasean por la región más sudada de sus prendas íntimas con el fin de conseguir más dinero.

Estos pactos han generado un ambiente en donde los directivos y los entrenadores persiguen a determinado jugador no tanto por su calidad, sino por la tajada que ya acordaron con el promotor. ¿Por qué creen que llega tanto bulto extranjero a México cobrando como si fuera crack?

La razón por la que el West Ham se salió del pleito es porque a nadie le conviene hacer mucho ruido con esto de los pactos. Luego no vaya a ser que llamen la atención de FIFA y los obliguen a bajarle a su desmadrito.

Pero ahora, la Liga Premier acaba de anunciar que van a aprobar una serie de reglamentos con el fin de crear más transparencia en todo lo que tenga que ver con traspasos, inscripción de jugadores, contratos, etc. Se acabó la cheve, se fue el DJ, váyanse a su casa.

En otras palabras, party's over.

No se qué tan efectivas serán estas nuevas normas en Inglaterra. Pero, si el resto de las ligas más importantes (España, Italia, Alemania) sigue el ejemplo y luego FIFA exige que se haga lo mismo en todo el mundo, sería un golpe durísimo para nuestros queridos directivos mexicanos, quien han hecho de esto de las "tranza-ferencias" todo un arte.