La eliminación de la Selección Mexicana sub-20 a manos de Argentina puede tener consecuencias graves para el futuro del fútbol mexicano. Se que el comentario suena fatalista, pero consideren lo siguiente:

La diferencia entre cuartos de final y semifinales es abismal. A pesar de que sólo hay una victoria de diferencia entre cuartos y semis, el poderse meter entre los cuatro mejores del mundo (sobre todo eliminando a Argentina en el proceso) tiene mucho, muchísimo más prestigio que despedirse en cuartos.

México no le ganó a ningún rival de peso en este Mundial. El rival más duro se suponía que iba a ser Portugal, pero ya vimos que traín menos de lo que se pensaba. Los demás fueron Gambia, Nueva Zelanda y Congo. El único rival de primer nivel que enfrentamos fue Argentina, y no pudimos ganarles. No hay mucho de donde presumir.

Las posibilidades de que clubes europeos se interesen en los sub-20 son muy pocas. Pero imagínense el interés que habría en este momento si hubieramos eliminado a Argentina. Incluso si nos hubieramos quedado en semifinales, se hubieran abierto muchas puertas para nuestros futbolistas jóvenes. Y si aceptamos que el crecimiento de nuestra Selección mayor depende del número de jugadores que tengamos en Europa, entonces el futuro no pinta bien.

(Y si piensan que los clubes europeos van a seguir interesados por tratarse de los campeones sub-17, lamento decirles que se equivocan. El Mundial sub-20 representó borrón y cuenta nueva y lo logrado antes ya no vale.)

La mentalidad ganadora no se desarrolla de otra forma más que ganando. El haber avanzado a semifinales o más lejos hubiera llenado a los sub-20 de una confianza y una actitud nunca antes vistas en la historia de selecciones nacionales. La mentalidad de campeones con la que llegaron sufrió un golpe durísimo al darse cuenta que ellos también pierden igual que los grandes.

Entonces, si yo soy un seleccionado sub-20 y mi apellido no es Dos Santos o Vela, en este momento estoy pensando lo siguiente: "Acaban de eliminarme en un Mundial donde no le gané a nadie importante. Mi sueño de irme a Europa no se va a cumplir, al menos ahorita. Y es casi imposible que eso cambie ya que no soy titular en mi equipo de Primera División, pero los que me ganaron sí lo son y algunos desde los 16 años. Perdimos la oportunidad de callarle la boca a los que dicen que sólamente ganamos 'torneos de niños'. Por más que hayamos logrado con la sub-17, las potencias siguen viéndonos como perdedores."

Miren, es claro que estos morros tienen muchísimo talento y potencial, y lo que acabo de escribir es claramente un efecto de la tristeza y decepción que existe en este momento. Pero no deja de ser la realidad. Es un hecho que los sub-20 no son titulares en equipos de Primera División. Es un hecho que no hicieron lo suficiente para que clubes europeos se fijen en ellos. Y es un hecho que su mentalidad pudo haber recibido un golpe muy duro. Espero que "Chucho" Ramírez les haya inyectado la fuerza de carácter necesaria para superar este difícil momento.

Mientras tanto yo estoy preocupado, y el futuro de la Selección Mexicana amaneció menos brillante el día de hoy.

• posted by Pedro Arellano @ 7:49 AM