La esposa de uno de los colaboradores de Stereo Gol hizo un comentario el otro día que me hizo pensar bastante. Después de vernos sufrir desilusión tras desilusión, esperando que la selección por fin consiga algo importante, sólo para luego decepcionarnos "jugando como nunca y perdiendo como siempre", nos dijo más o menos lo siguiente:
Somos igualitos a la vieja golpeada por su marido. Le meten una revolcada a la mujer, y se queja y llora y dice que lo va a dejar. Pero el marido nomás le hace cariñitos y le promete que no lo vuelve hacer, y la pendeja se lo cree y ahí va de regreso, nomás para que al rato se la vuelvan a sonar.
¿Y saben qué? La esposa de mi camarada tiene toda la razón. Y yo ya estoy hasta la madre de que me pegue el viejo abusador.
Se supone que nuestro fútbol nunca antes ha tenido tantas razones para ilusionarnos con la posibilidad de llegar lejos en el próximo Mundial. Tenemos al mejor jugador de toda nuestra historia como Director Técnico de la selección. Tenemos varios jugadores consiguiendo campeonatos en las mejores ligas de Europa, y se están yendo más. Nos encontramos a Nery Castillo, un delantero con habilidades de "crack" que anota goles de una calidad nunca antes vista a un jugador mexicano. Y por si fuera poco, ahí vienen Giovanni dos Santos, Carlos Vela, y toda la generación que ganó la Copa del Mundo sub-17.
Si a pesar de todos esos factores, como quiera en el 2010 tenemos el mismo desempeño pedorro de siempre y nos quedamos en octavos de final (o peor), yo estoy dispuesto a dejar de ver el fúbol mexicano. Ahora sí me voy de esta casa.
¿Quiubo?
posted by Pedro Arellano @
6:50 PM