• Monday, June 25, 2007

 

¡A festejar el subcampeonato!

Después de derramar garrafones de bilis y gritar hacia los cielos "¡Noooo! ¡Otra vez noooo! ¡¿Por qué me odias tanto, Señor?!", hoy les escribo con la tranquilidad que otorga una profunda reflexión, y apreciando la derrota de ayer con la perspectiva debida. Quiero compartir mis opiniones con todos mis compatriotas convencido de que lo que estoy a punto de revelarles se traducirá en calma y sosiego nacional, y esta amarga sensación de desilusión jamás volverá a repetirse.

Así es, he encontrado la clave para nunca volver a sufrir por apoyar a la Selección Mexicana.

Nuestro problema es el siguiente: esperamos demasiado de nuestro equipo nacional. Desde antes del comienzo de la Copa Oro el país colectivamente esperaba, mejor dicho exigía, el campeonato. Cualquier cosa menos sería considerada un espantoso fracaso. "¡Si no ganan, mejor ni regresen!" era el sentimiento de un país crecido y desubicado, tal vez por la falsa costumbre de participar cada cuatro años en la Copa del Mundo, como si fuera tan sencillo conseguir uno de los tres apretados boletos que reparte la CONCACAF para el certamen. ¡Ni que fueran boletos para Paquita la del Barrio en el palenque!

Imagínense nada más la injusta presión a la que sometimos a nuestros pobres futbolistas. ¿Qué no han sido suficientes las cuatro Copas Oro que ya ganó la Selección? ¡En la última hasta le ganamos a Brasil! ¿Existe mayor logro que ganarle a Brasil, al cinco veces Campeón del Mundo, y con gol de oro en tiempo extra? Yo pienso que no. Yo pienso que después de esa legendaria victoria debimos haber construído monumentos para todos los integrantes del equipo nacional, crear un día de asueto con desfile militar para conmemorar la fecha, y de paso darle una embajada a Ricardo La Volpe y a Daniel Osorno, autor del gol del triunfo, o de perdida un puesto en el gabinete presidencial.

Pero no, el pueblo quería mas.

¿Y qué decir de la desmedida carga que le pusimos encima a nuestro glorioso director técnico, Hugo Sánchez? Por lo visto tampoco fueron suficientes tantos campeonatos y premios individuales que ganó como jugador en España. A pesar de que nos los recordó hasta el cansancio, arriesgando su imagen de humildad y modestia, diciendo "yo ya lo gané todo, yo ya soy un triunfador", nada de eso fue suficiente para nosotros. Al contrario, nuestra avaricia y hambre de triunfos no tuvo fin.

Qué vergüenza.

Qué fácil se nos olvidaron los partidos que ganamos ante Cuba, Panamá, Costa Rica y el poderoso representativo de Guadalupe (que en realidad viene siendo la extensión de una potencia como lo es Francia). Con qué rapidez tiramos a la basura la dignidad con la que encaramos el partido ante Honduras, en el que sólamente perdimos por un gol. Estamos equivocados al sentirnos traicionados y engañados por la derrota ante Estados Unidos, un miembro de la élite futbolística y ante el que estuvimos a centímetros de empatar. Yo le aplaudo al equipo mexicano el carácter y la garra que mostraron al llevarnos tan cerca de lo que hubiera sido un acontecimiento histórico: no perder ante Estados Unidos fuera de nuestro país.

Paisanos, tomemos las cosas con mayor tranquilidad y moderemos nuestras expectativas. Sintámonos orgullosos de la honrosa manera en la que nos representó nuestra Selección y, ahora que comienza nuestra participación en un torneo de mayor prestigio como lo es la Copa América, no olvidemos que jugamos contra el penta-campeón, Brasil. Ya les ganamos una vez. Pedir más sería gula.

Finalmente, creo que sería conveniente que la Federación Mexicana de Fútbol reconsidere nuestra participación en torneos tan difíciles como Copa Oro y Copa América (ni que fuéramos Estados Unidos), y que exploren la posibilidad de inscribirnos en las competencias de la Unión Caribeña de Fúbol. Estoy seguro que con dedicación, esfuerzo y mucha paciencia, algún día seremos los gigantes de esa región.

Entonces, compañeros, limpien esas lágrimas y levanten sus rostros con orgullo. El fútbol no es para todos y hay que dejarles esas ilusiones de grandeza a equipos de primer mundo como Brasil, Italia, Estados Unidos y Guadalupe. Lo único que hay que pedirle a nuestros jugadores es que sigan dejando el corazón en la cancha porque nosotros seguiremos "poniéndonos la verde". Al cabo la verdadera gloria está en lo que es lo nuestro, la lucha libre.

De nada.

Comments:
Pues ¿Qué más se puede decir? Algo que tienen en comun, Ego Sánchez y Lupita Jones... jaja después que ellos lo lograron...conspiran para que nadie más lo haga, que poca maye.

¿Qué más queríamos? Si se llegó a la final de la super Copa Oro, un torneo de un gran nivel, tuvieron la fortuna de conocer a Jocelyn Angloma, campeón con Francia en la Eurocopa ¿Qué más queríamos?

Lo siento, me arrepiento de haber hecho coraje ayer y de haberle aventado un zapatazo al televisor, de haber mandado a Hugo y al Bofo a ingar a su maye; de haber creído que la maldición del gol de Maxi Rodríguez en el mundial no se repetiría... en fin, perdón.

Saluditos... por cierto qué buen desmind tienen eh! xD
 
No manches pedro; no seas tan mafufo, hay q ser realistas, México no juega bien y no tiene idea de cómo hacerlo...
 
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